lunes, 7 de septiembre de 2009

El rearme militar y las necesidades del país

Justamente la falta de fuentes laborales es una de las causas del gran desarrollo de la inseguridad ciudadana, un problema que día a día crece sobre todo en las ciudades del eje…
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, anunció la compra de armamento y la de seis aviones de combate para fortalecer la capacidad bélica de nuestras Fuerzas Armadas. Un acuerdo militar con Rusia permitiría la compra del armamento, por lo que se negocia con este país un crédito de 100 millones de dólares, en tanto los aviones de combate podrían adquirirse de China o Brasil. En principio,
el Ministro dijo que las compras se harían con “carácter disuasivo”, aunque luego, tras la justificada alarma del Gobierno de Paraguay, expresó que responde a la necesidad de luchar contra el narcotráfico y los desastres naturales.
En verdad, el mismo San Miguel —que si bien insiste en el carácter pacifista del Estado boliviano— manifestó la necesidad de renovar el armamento de nuestro Ejército, ya que aquél con el que cuenta ahora es totalmente obsoleto. Suponemos normal el deseo de nuestras Fuerzas Armadas de contar con armamento de nueva tecnología, aunque las razones señaladas por el Ministro no sean totalmente claras, más aún teniendo en cuenta el monto que se pretende invertir, lo que resulta un tanto inopinado pues se supone que Bolivia en este momento tiene otras prioridades inherentes a la calidad de vida de la población.
Y no queremos referirnos sólo a algunos factores propios de salud y educación, en las que abundan algunos rubros que no cumplen los parámetros mínimos exigidos por los derechos humanos, como la mortalidad infantil o la deserción escolar; también pensamos en la inestabilidad laboral, un mal que hace ya muchos años viene asolando nuestra sociedad sin que el denominado Gobierno del “cambio” muestre señales de haber reparado en él.
Justamente la ausencia de fuentes laborales es una de las causas del gran desarrollo de la inseguridad ciudadana, un problema que día a día crece esencialmente en las ciudades del denominado eje, como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, donde los robos y asaltos con gran número de víctimas fatales se han convertido en un problema cotidiano. A simple vista se puede sentir la necesidad de fortalecer la institución policial con mayor número de efectivos y equipamiento mínimo que permita un mejor servicio.
Si bien los objetivos del Gobierno no son totalmente claros, la ciudadanía ve en esta postura un deseo de satisfacer a los mandos militares para de esa manera conseguir un apoyo incondicional de miembros de las FFAA a cualquier medida gubernamental. No estamo opuestos a cualquier hipotético fortalecimiento de nuestro Ejército Nacional, simplemente queremos señalar la necesidad de observar la existencia de ciertas prioridades en otros campos del desarrollo del país que requieren necesariamente una intervención mucho más urgente, pues hacen a la necesidad de asegurar una mejor calidad de vida no sólo a los sectores desamparados, sino también para las generaciones venideras.