lunes, 16 de noviembre de 2009

La Pachamama puede esperar (Humberto Vacaflor)

El destino o los dioses, pero no la Pachamama, han querido que el gobierno de Evo Morales esté viviendo ahora, cuando quiere ser reelegido en la presidencia, profundos cambios en sus más entusiastas planteamientos originales.

La caída de las regalías petroleras (de 2.445 millones de dólares en 2005 a solamente 624 millones en 2009) ha acelerado el proceso de rendición del MAS ante las petroleras. En plena campaña electoral, pero bajo la mesa, el gobierno está ofreciendo arriar todas sus banderas de su política petrolera. Demasiado pronto se está cumpliendo aquí aquello de que las oficinas de las petroleras están alfombradas con pieles de tigres, de todos los tigres que alguna vez osaron desafiarlas. Otra piel se está sumando a la muelle alfombra de las petroleras.

A este efecto contribuyó la pésima gestión petrolera del gobierno y la situación del mercado internacional del gas natural, que presenta una sobreoferta creciente. La relación del precio del gas respecto del petróleo, ha pasado de 1-9 a 1-19.

Dura lección para nuestros revolucionarios: nunca hagas una revolución contando solamente con los ingresos de una materia prima.

Hay otra bandera que es arriada ahora por el gobierno de la revolución boliviana del siglo XXI. Equivale a una traición, porque consiste en dar la espalda a la Pachamama, a la madre tierra, o si prefiere el lector, a la ecología.

En estos mismos momentos, el gobierno ha decidido negar sus compromisos de defensa del medio ambiente. El Consejo de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ) está indignado con el gobierno de Evo Morales. Lo que más molesta, dicen sus voceros, es que el gobierno trate de engañarlos, cuando no puede dividirlos. Para decirlo en castellano, lo que molesta a los aymaras de la región de Corocoro es que el gobierno sea ladino.

Es que el gobierno les pide una tregua para que suspendan sus medidas de protesta, pero aprovecha el tiempo para hacer nuevas trampas, para ser más ladino todavía.

En solamente seis días, en medio de una tregua, el Estado boliviano concedió la “licencia ambiental” a la explotación de cobre de Corocoro. El trámite, según dicen las normas bolivianas, debe durar por lo menos seis meses, para que todos puedan hacer conocer sus puntos de vista sobre el proyecto del que se trate y su impacto en la región. El Jacha Suyo Pakajaqui ha amenazado con suspender la provisión de agua a Corocoro, sobre todo si la que sale del ingenio hidrometalúrgico es tan contaminada como la de ahora.

Dicen los jilacatas de la zona que nunca habían tenido negocios con una contraparte tan inescrupulosa.

La misma decepción tuvieron los mosetenes y lecos del norte de La Paz, dos pueblos originarios orientales, respecto de la licencia ambiental para el ingreso de PDVSA (Petroandina) en la zona. Una “licencia ambiental” concedida en tiempo récord que autoriza a la firma venezolana a ingresar en un parque natural, el más rico de Bolivia.

El presidente comenzó este viraje con una dramática exclamación: “Si no podemos explotar el petróleo de la región Amazónica, entonces ¿de qué vamos a vivir?”

Sus seguidores le han dado la respuesta, con los hechos. Vamos a vivir de la coca. Lo malo es que la coca está destruyendo a la Pachamama más rápido que las empresas petroleras y las mineras.


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Una contradicción fundamental

Entre la Pachamama y el petróleo

viernes, 13 de noviembre de 2009

Se acercan las FARC (Marcos Aguinis)

Especial para lanacion.com

Las FARC se acercan a la Argentina. De esto se viene hablando, pero sin tomarlo aún con suficiente preocupación.

Sabemos que esta guerrilla nació en Colombia hacia 1964 y es no sólo la más antigua en permanente actividad, sino la que más potencia tiene debido a que su línea marxista original ha derivado hacia los secuestros extorsivos y un desembozado narcotráfico. Poco queda de los ideales voceados al principio. No obstante, ha conseguido desplegar una vasta red de aliados y cómplices en América latina y Europa, muchas veces por ignorancia o desinformación, pero sobre todo por intereses espurios, como la conquista del poder y su retención a toda costa.

En la provincia de Jujuy corre la voz de que han ingresado armas de las FARC y que en los escondrijos de nuestro bello y laberíntico Norte hay gente entrenándose con esas armas de fuego. Muchas de esas armas tienen origen venezolano.

Según Douglas Farah, multipremiado corresponsal e investigador, las FARC han aumentado su presencia en Bolivia desde que Evo Morales ganó la presidencia. Los irrefutables documentos encontrados en la computadora de Raúl Reyes, comandante de esa guerrilla, revelan vínculos estrechos con Hugo Chávez. Pero, sobre todo, el entrenamiento paramilitar de bolivianos. En esa computadora había 57 e-mails muy comprometedores para Bolivia, considerado un país central para expandir otra vez los rayos de la violencia en nuestro subcontinente.

La Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) es la organización paraguas que recauda fondos y actúa como el rostro cordial de las FARC. Tal como expresa un e-mail dirigido a Reyes por otro militante, "públicamente la CCB no aparece como FARC, pero nuestros amigos están ahí".

La supervisión de las FARC en Bolivia es realizada por Nubia Calderón de Trujillo, quien utiliza el alias de "Esperanza" o de "Ana María". Su responsabilidad se extiende, por ahora, a Perú, Ecuador y Bolivia; aún no manifiesta de forma abierta que también mira hacia la Argentina. Antes se había creado el Estado Mayor del Pueblo (EMP), que articula a gremios, organizaciones sociales y "pueblos originarios", que tuvo un alto protagonismo en el derrocamiento de Gonzalo Sánchez de Lozada. El presidente Morales le agradeció enseguida, ofreciéndole espacio en su gobierno. El jefe del EMP, Hugo Moldiz dijo: "El propósito es defender el proceso de cambio, que conquistamos con sangre, huelgas, sacrificios y dolor; nuestros enemigos son el imperialismo norteamericano y la oligarquía boliviana". Moldiz se desempeña como personaje clave en las operaciones de cubanos y venezolanos llegados a Bolivia porque mantiene relaciones con los servicios de inteligencia de los hermanos Castro y Hugo Chávez. Paradójicamente, tensiones internas han minado la confianza que le tenían las FARC, porque sospechan que Moldiz mantiene una estructura de inteligencia paralela al Estado. En un clima de ambiciones sin transparencia es inevitable que aparezcan esas intrigas y sean inestables las alianzas.

Ojotas para todos.

Incluso el primer contacto de las FARC en Bolivia no había sido Evo Morales, sino el líder aymara Felipe Quispe, quien acuñó una frase de antología sobre la prosperidad que conseguirán los pueblos de América bajo su conducción: "¡Si algunos usan zapatos y otros ojotas, que todos usemos ojotas!" Es decir, justicia social mediante la reducción a la pobreza y la indigencia. No propone que todos accedan a los zapatos, y para ello habría que estimular las inversiones, abrir fuentes de trabajo y producir de forma intensiva. No: la magia consiste en hacer tabla rasa y hundir en la miseria. Su objetivo no es dar mejor calidad de vida a los pobres, sino convertir en pobres a los que aún no lo son. Incluso llegó a decir que Evo Morales era una herramienta de la oligarquía. No obstante, consiguió hacer enviar a Colombia un contigente de compatriotas para entrenarse con las FARC. La sorpresa fue expresada por "Esperanza" en un mensaje a Reyes: "Esos bolivianos se desesperaban por volver a casa; sus jefes no les habían advertido sobre las dificultades que sufrirían".

Antes y después que Evo Morales acceda a la presidencia, tuvo el apoyo irrestricto de Chávez. Las evidentes relaciones de Chávez con las FARC son desmentidas, es cierto, pero no es fácil creerle. El éxito notable que está logrando Colombia en su extenuante guerra contra esa organización desalmada e inmoral lo irrita. Lo considera su propia derrota. Y usa cualquier argumento para fogonear la belicosidad con su vecino. Quizás su constante descenso de popularidad pueda llevarlo a la locura de desencadenar una guerra, esperanzado en que el patriotismo unifique detrás suyo a un pueblo cansado de tanta demagogia, corrupción y promesas incumplidas. Lo cierto es que en vez de disminuir la pobreza de su país, Chávez la mantiene en los mismos o peores niveles mientras incrementa sin pudor sus gastos personales. Ha comprado una desproporcionada cantidad de armas y es obvio que las reparte, así como repartió petrodólares en muchas valijas. Una cantidad sustancial ingresó en Bolivia y desde Bolivia cruza fronteras. Ojo, que las fronteras de Argentina son porosas.

No contento aún, su alianza absurda con la teocracia reaccionaría iraní lo llevó a ordenar a Evo Morales que eliminase las visas para los ciudadanos de Irán, de la misma forma que lo ha hecho Caracas. Los vuelos directos Teherán-Caracas transportan armas y entrenadores. Evo Morales ya anunció que su única embajada en el Medio Oriente, instalada en el Cairo, será trasladada a Teherán, "porque somos dos países amigos y revolucionarios." ¿Espera realizar en Bolivia la revolución islámica colgando homosexuales y asesinando mujeres acusadas de adulterio? Es posible que ni se haya enterado de esas medidas. Lo cierto es que Irán levantará una estación de TV en el Chapare, que cubrirá muchos países de nuestro subcontinente y ni hablar que será visto en toda la Argentina. Morales anunció que gracias a esas emisiones, Bolivia será "el centro de la democracia revolucionaria".

Lazos. El gobierno argentino, en lugar de intensificar sus lazos con países que han fortalecido su institucionalidad, que avanzan en su respeto a los contratos, aumentan la paz social y reciben inversiones que abren fuentes de trabajo, se empeña en mantener lazos de excesiva amistad con gobiernos cada vez más corruptos y profanadores de la Constitución como Venezuela, Boliva, Ecuador y Nicaragua, el llamado "eje bolivariano" que produce en los huesos de Bolívar una loca e indignada convulsión.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La “caída” del Muro y la Revolución latinoamericana (Heinz Dieterich)

Rebelión

1. La entrega del Muro de Berlín

La versión políticamente correcta de Occidente sobre “la caída del muro” es la siguiente. Guenter Schabowski, periodista de profesión y miembro del Buró Político del Partido Socialista Unificado de la Alemania socialista (SED), anunció en una conferencia de prensa televisada del 9 de noviembre de 1989, una liberalización de los viajes de ciudadanos de la RDA a Occidente. Al terminar la conferencia, un periodista le preguntó: ¿Cuando entra en vigor esa ley?” Schabowski dijo, “de inmediato”. Y, de inmediato, muchos ciudadanos de la RDA fueron al muro para pasar a Berlin Occidental, a la Alemania capitalista (RFA). Las tropas fronterizas, que no estaban informadas, no las dejaron pasar. Cuando sus sorprendidos oficiales consultaron con autoridades superiores, les dijeron que sí, que era un nuevo decreto del Politburó dado a conocer por Schabowski hacía unos cuantos minutos en la televisión. Entonces los dejaron cruzar. Todo espontáneo y democrático: un pueblo buscando la reunificación.

La verdad histórica, que empieza a abrirse paso, es diferente. El entonces alcalde de Berlin-Occidental (RFA), Walter Momper, acaba de revelar que se reunió unos diez días antes de la apertura del muro clandestinamente con Schabowski. En esas reuniones, el funcionario de la SED le informó de que se iba a abrir la frontera y de que las autoridades de la RFA debían prepararse para un éxodo. De la misma manera, la pregunta del periodista acerca de la entrada en vigor de la ley liberalizadora, no fue más que una finta para ocultar la conspiración de la entrega de la RDA, organizada por sectores de la elite política de la SED. El periodista que hizo la pregunta era el italo-alemán Riccardo Ehrman quien trabajaba para la agencia noticiosa italiana ANSA. Ehrman había recibido una llamada de Gunter Poetschke, director de la ADN, agencia de noticias de la RDA, en la cual Poetschke le solicitó que hiciera la pregunta sobre las nuevas leyes de tránsito. Ehrman llegó tarde a la conferencia, pero logró hacer la pregunta -con Schabowski pasando por alto a un periodista estadounidense- y obteniendo la consabida respuesta. A pocos minutos de haberse terminado la conferencia, a las 19:31, ANSA distribuyó por el mundo la noticia intitulada: “Ha caído el Muro de Berlín.”

2. La moraleja para la Revolución latinoamericana

El análisis de la capitulación de la clase política socialista de la RDA es de enorme actualidad para el proceso revolucionario latinoamericano, aun cuando mencionamos sólo dos de las razones principales que la hicieron posible. Egon Krenz, el penúltimo Presidente de la RDA, ha dado dos de las respuestas más sintéticas a la pregunta sobre el porque del colapso del Estado socialista alemán, refiriéndose a un componente objetivo y otro subjetivo. El objetivo es que “El destino de la RDA siempre estuvo vinculado al destino de la URSS”, porque fue un “producto de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría. Terminada la Guerra Fría y desaparecida la URSS, “¿cuál podía ser su destino?”

Ese argumento de Krenz se refiere al papel de las alianzas estratégicas en las guerras de liberación anti-imperiales, por ejemplo, las intervenciones pro-independentistas de Francia y Gran Bretaña en los triunfos de las Guerras de Independencia norteamericana y latinoamericana, o también, de la URSS y China en el triunfo de Vietnam. Es un argumento de suma importancia ante el hecho, de que en los próximos meses la agresión de Washington contra Venezuela entrará en su fase abiertamente agresiva y que la ausencia de alianzas estratégicas de Venezuela es una debilidad de suma preocupación. El gobierno bolivariano tiene, sin duda, el apoyo de Rusia, Irán y China, pero tales relaciones bilaterales no alcanzan el status de alianzas estratégicas.

El componente subjetivo de la implosión de la RDA se encontró en la falta de vanguardia operativa capaz de implementar las innovaciones necesarias para la renovación del Partido, Estado y de la sociedad, en las condiciones del Siglo XXI. Desde 1985, revela Krenz, había sectores de la alta clase política socialista que vieron la necesidad de sustituir a Erich Honecker y darle un salto cualitativo al “Socialismo realmente existente”, resolviendo, entre otras cosas, el problema del cambio generacional a tiempo. Sin embargo, el inmovilismo del sistema fue tal, que hasta el 18 de octubre, 1989, la vieja guardia inmovilista seguía controlando el SED.

Cuando se sustituyó a Honecker el 18 de octubre de 1989, fue demasiado tarde para la necesaria recuperación de la “iniciativa estratégica” (Krenz) por parte de los reformadores y de la credibilidad en la población, porque el 9 de octubre, una muchedumbre de 70.000 manifestantes en Leipzig le había arrebatado pacíficamente esa iniciativa estratégica al Estado y al Partido, pese a que el director de las “milicias fabriles” (Betriebskampfgruppen) había amenazado tres días antes con el uso de la fuerza. Ante la ausencia de una vanguardia real en la clase política socialista de la RDA, la pérdida de la iniciativa estratégica del 9 de octubre nunca pudo ser revertida por el Partido de Estado.

3. Fin del Socialismo del Siglo XX, cambio de la historia mundial

El 9 de noviembre, sin un solo disparo, el imperialismo reconquistó en una noche lo que con todas sus armas nucleares no había podido reconquistar en 44 años: el territorio del país más avanzado del Socialismo del Siglo XX. La importancia histórica de este acontecimiento se puede comparar a la Toma de la Bastilla en la Revolución Francesa que inició el derrumbe del antiguo régimen (ancien régime) a nivel francés, consumado posteriormente a nivel europeo por la espada de Napoleón, el “gerente general” de la burguesía europea. Y con el control de Europa, el capitalismo tenía asegurada la conquista del globo.

La caída del Muro, a su vez, terminó con el antiguo régimen del Socialismo del Siglo XX en el corazón de Europa. En consecuencia, el orden bipolar de la posguerra desapareció para evolucionar hacia el Nuevo Orden Mundial cuatripolar -Estados Unidos, Unión Europea, China, India- pasando por el interregno de tres lustros de dominación unilateral global de Washington. La incapacidad de los partidos del Socialismo del Siglo XX para evolucionar hacia el Socialismo del Siglo XXI abrió las puertas a la restitución euroasiática del régimen del capital. Pero su caída también quitó del camino de la evolución los infranqueables obstáculos materiales y dogmáticos del estancado modelo stalinista, incapaz de toda innovación necesaria para adecuarse a las condiciones del Siglo XXI.

El trágico triunfo de la contrarrevolución de 1989/90 ha devuelto la dialéctica evolutiva a la humanidad, recordándoles a los revolucionarios del futuro una eterna verdad. Sin vanguardia no hay muros ni fusiles, capaz de sostener una revolución.

Fuente: Rebelión.org

miércoles, 11 de noviembre de 2009

¡Freiheit! (J. Lizandro Coca Olmos)

VENI, VIDI, VICI



Hoy, en Bolivia, los totalitarios internos nos han desafiado a una nueva batalla, están instalando las mismas ideas utilizando otras palabras, quieren levantar un nuevo muro para convertir nuestro país en una cárcel, y no importa el material con que se lo construya

Esa era la palabra puesta en graffiti sobre un trozo del muro de Berlín, suspendido ante los alemanes del este por el brazo mecánico de una potente máquina. Caía el muro de la vergüenza comunista, caía la franja de la muerte marxista, se derrumbaba la servidumbre, el mundo presenciaba, enternecido la prueba más contundente y descarnada de que el socialismo, inspirado en las homicidas ideas de Marx, Lenin y otros, no era más que un conjunto de mentiras y errores que robaban la libertad al individuo, destruyendo la dignidad humana, y causando sólo miseria, hambre y represión.

Pero el muro no cayó por sí sólo, ni por voluntad de los burócratas comunistas que se deleitaban disponiendo de las vidas de sus ciudadanos. Tuvieron que morir muchas personas durante décadas, tantas, que superan con creces las vidas perdidas por causa de esa otra criminal aventura colectivista llamada nazismo. Tuvieron que despertar los luchadores por la libertad como Lech Walesa, un electricista desempleado de la Polonia Comunista y líder del sindicato Solidaridad. Y fue necesaria la asistencia de la autoridad moral y lucha libertaria de Juan Pablo II, Margaret Tatcher, y Ronald Reagan.

El muro no dio más, el error burocrático de un dirigente comunista, anunciando que se le permitiría a los alemanes del este traspasarlo “a partir de ahora”, cuando en realidad se refería que a partir de ese instante se tramitarían permisos de viaje que entrarían en vigencia desde el día siguiente, fue equivalente a manifestar que se abrían las puertas del infierno. Multitudes de individuos se dirigieron a las salidas, lo militares tenían municiones y armas superiores a las necesarias para una guerra, pero nunca las usarían, tendrían que haber asesinado a las decenas de miles de personas que decidieron dejar de esperar a que los comunistas les devuelvan su libertad, y comenzaron a recuperarla a plan de picotazos y combazos contra la pared que había hecho de su país una gran cárcel. Los regímenes socialistas, hasta hoy, son los únicos que necesitan vigilar militarmente sus fronteras para evitar que las personas huyan despavoridas del paraíso.

Sin libertad no hay vida que valga, y sin dignidad dejamos de ser humanos. Thomas Jefferson dijo un día que “el precio de la libertad es la eterna vigilancia”, y la primera ministra de Alemania, Angela Merkel, dijo este lunes que “la libertad no debe contemplarse como un bien sobreentendido, sino como algo por lo que se debe luchar y defender cada día”. La verdad de estas afirmaciones radica en el hecho de que siempre hay personas deseosas de disponer de las vidas de otros, tiranos dispuestos a construir nuevos muros y nuevos infiernos para sus ciudadanos, seres desquiciados y desequilibrados que buscan, nuevamente, ladrillo a ladrillo, arrebatarle al individuo su libertad y su dignidad, siempre camuflando su maldad y su sed de poder sin límites con buenas intenciones, promesas de construcción de paraísos, ilusiones redistributivas y espejismos de justicia social.

“Dame tu libertad y yo te doy seguridad” dicen los tiranos, y muchas personas les responden que sí. “Necesito más poder para ayudarte” dicen los totalitarios, y la gente les entrega ese poder desde las armas o desde las urnas. “Necesitamos grandes sacrificios” piden los criminales, y las masas ingenuas se sacrifican una y otra vez, entregan sus trabajos, sus pensamientos, sus vidas, y mueren sin ver jamás el paraíso prometido, y les dejan a sus hijos el infierno que ayudaron a construir.

Este lunes hemos recordado que hace veinte años, somos nosotros, los liberales, los luchadores por la libertad, quienes hemos triunfado sobre el totalitarismo, quienes hemos descubierto ya hace cientos de años la mejor de las ideas: Dejad en paz al individuo, permitid que sea él quien construya su propio paraíso, que cada quien decida sus metas y cómo alcanzarlas, que cada uno tome sus propias decisiones y cometa sus propios errores, y sólo exigidle que respete la libertad de sus semejantes.

Hoy, en Bolivia, los totalitarios internos nos han desafiado a una nueva batalla, están instalando las mismas ideas utilizando otras palabras, quieren levantar un nuevo muro para convertir nuestro país en una cárcel, y no importa el material con que se lo construya.

Por eso están calladitos estos días, no pueden festejar por la libertad, como lo hacemos nosotros, pero tampoco pueden hablar contra ella; la sola palabra se les atraganta al pronunciarla, decir libertad es como orar un Padre Nuestro para un endemoniado; saben que lo que hacen, el poder que piden, y el país que proponen, no son más que el camino de servidumbre.

Les tengo una buena noticia: Nosotros ganaremos y ellos perderán… como siempre. De nosotros dependerá cuán larga tenga que ser esta nueva batalla.

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El autor es miembro del Instituto Libertad, Democracia y Empresa

lizandrocolmos@gmail.com

Futuro minero (José Guillermo Tórrez G.O.)

PLUS ULTRA


Nunca en la historia moderna de los precios internacionales de los minerales y metales ha habido un ciclo tan favorable e impresionante como el que recién se ha manifestado. Es más, toda la evidencia apunta a que esta tendencia tiene techo para largo tiempo. La perspectiva hacia el futuro muestra que los actuales volúmenes exportados, si se los compara con hace diez años, incrementaron sus cantidades en forma progresiva. Al epílogo de la crisis económico-financiera se tiene que el oro y la plata se convierten en minerales refugio, es decir que ante la desconfianza de los inversores con las diferentes monedas, prefieran atesorar oro y plata.

El aumento de la demanda internacional de materias primas, generado por el irresistible ascenso de China, modificó los términos de intercambio y benefició a América Latina. Sin embargo, lejos de constituir un ejemplo de cooperación, reproduce el típico esquema desarrollado por Gran Bretaña, durante el siglo XIX, y consolida la dependencia y la primarización de las economías de América Latina. El papel de China en todo este proceso es determinante, demanda bienes primarios, invierte en el exterior en función de la extracción y transporte de estos bienes y avanza en su propia sustitución de exportaciones e importaciones, amenazando producciones sustitutivas latinoamericanas. Este comercio asimétrico de China se refiere a que para alimentar su vertiginoso crecimiento depende de sus compras externas, importa 30% del petróleo que consume, 45% del mineral de hierro, 44% de otros metales no ferrosos y una proporción elevada de productos agrícolas. Por este motivo, se ha convertido en el principal consumidor mundial de cobre, estaño, zinc, platino, acero y mineral de hierro. China reveló la vulnerabilidad del modelo elegido, debido al bajo costo de su mano de obra y la productividad generada por la tecnología; sin embargo, China puede competir con la maquila mexicana en el mercado estadounidense, a pesar del mayor costo del transporte que debe afrontar. En suma, la alternativa es para nosotros dejarnos llevar por la corriente de la historia hacia un nuevo y más complejo esquema de asimetrías, dependencia y vulnerabilidad comercial o tratar de sustituir importaciones y exportaciones. Esto es lo que precisamente hace China.

¿Qué efectos tiene para Bolivia esta situación? El mercado descrito se podría reflejar con incrementos de venta a mercados internacionales, siempre que se disponga de producción para ofrecer. En ese sentido, se necesitan incentivos para promover la ejecución de proyectos mineros, aumentar las inversiones. La minería puede volver a ser el pilar de la economía boliviana, considerando ser el sector de gran generación de divisas. A medida que la demanda global de minerales y metales aumente, principalmente en lo referido a oro y plata, como minerales refugio, por la inseguridad de las monedas y especialmente el dólar, el interés de inversionistas ha de ser mayor.

Durante 20 años que demoró la crisis de los precios de minerales y metales, desde 1985, se generó una total incertidumbre, especialmente en el occidente de país. Los últimos años el sector minero-metalúrgico ha registrado un crecimiento sin precedentes. Un ejemplo de este tema actualmente es el proyecto San Cristóbal, en Lípez, Potosí. Si se contara con la decisión de contar con una política de Estado que garantice estabilidad impositiva, una política minera moderna y coherente de acuerdo con la realidad global, con inversiones sustanciales, transferencia tecnológica, etc., que se traduzca en considerable incremento en la producción con proyectos y programas de exploración, prospección e investigación, explotación y beneficio, fundición y fundamentalmente minimizar al máximo el impacto ambiental, se considera que tendríamos un futuro mejor.

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El autor es ingeniero geólogo y administrador de empresas.

jgtorrez@gmail.com

La guerra de Hugo (M. Á. Bastenier)

Hasta hace unos días el presidente venezolano Hugo Chávez y el colombiano Álvaro Uribe eran los mejores adversarios que cada uno pudiera encontrar. Ambos sacaban provecho político y electoral de la enemistad del otro. El mandatario de Bogotá, porque la misma existencia estruendosa pero básicamente inofensiva de su homólogo de Caracas amueblaba sus eventuales deseos de reelección a un tercer periodo; y el bolivariano porque la cesión de uso de siete bases colombianas a Estados Unidos era un excelente argumento para su antiimperialismo mediático. Pero ya no. Chávez ha roto el equilibrio inamistoso y con sus apelaciones a la guerra contra Colombia la coloca en la posición de potencia agredida, al tiempo que le pega un tiro en el pie a sus propios designios. El líder ecuatoriano Rafael Correa, demostrando una vez más que es sólo chavista de coyuntura, prosigue la reconciliación con Bogotá; el hierático presidente Morales en Bolivia se desmarca de todo propósito belicoso; y hasta España debería huir de cualquier familiaridad innecesaria con el venezolano. Todo ello refuerza a Uribe en su intención de llevar las amenazas del vecino país ante el Consejo de Seguridad.

Actor tan bien informado como el ex presidente colombiano Ernesto Samper habla de situación de pre-guerra, y la prestigiosa revista de Bogotá Semana abunda en que todo el mundo en la capital comenta esa posibilidad. El juego venezolano había consistido hasta ahora en atizar el fuego, aunque sólo hasta el grado de incendio de baja intensidad, pero el chavista en jefe, con un panorama electoral para 2010 relativamente sombrío, y un desabastecimiento galopante de la población, ha dado un paso hacia el abismo, y parece cada día más esclavo de sus palabras: "Si quieres la paz, prepara la guerra"; versión local del latinajo si vis pacem para bellum.

Siempre ha cundido afirmar que los dos presidentes se parecen tantísimo; y es cierto que las circunstancias les han llevado a dar soluciones similares -la reelección- a problemas que ambos creen que aquejan a sus países respectivos, así como tampoco les ha sido ajena la costumbre de hablarle a la nación por encima de las instituciones, pero las diferencias no son por ello menos descomunales. En Colombia las instituciones funcionan tanto como en cualquier democracia latinoamericana; unos cuantos malhechores políticos van a la cárcel; el Congreso pelea por sus prerrogativas y la Prensa no tiene que pedir perdón por existir. Todo ello experimenta, en cambio, una fuerte recesión en Venezuela, quizá camino del totalitarismo light, como predijo la gran voz de la oposición venezolana, Teodoro Petkoff. La complementariedad entre ambos sólo era funcional. La verdadera relación es la presente.

¿Espía Bogotá, como Chávez afirma, a Caracas? Todos los países, aun aliados y sobre todo limítrofes, se informan unos de otros a través de los llamados servicios de inteligencia, por lo que mal iríamos que Venezuela y Colombia no observaran esa precaución. ¿Alberga Uribe planes de magnicidio contra su homólogo? Absurdo total; porque, aparte de que eso ya no se hace, ¿con qué fin iba a privarse de un rival multiuso como el bolivariano?

Las acusaciones de Bogotá, diferentemente, se alzan sobre bases mucho más sólidas. Aunque el contenido de los ordenadores de Raúl Reyes, el jefe de las FARC abatido en territorio de Ecuador por fuerzas colombianas, haya sido vendido con florida escenificación por Bogotá, cuesta dudar de sus revelaciones. ¿Quién puede seriamente sostener que el chavismo no haya protegido, financiado y acogido a la guerrilla colombiana?

La situación creada por la desmesura del líder venezolano es sin duda preocupante, pero también perfecta para que el presidente brasileño Lula exulte como mediador. Por ello se propone oficiar una ceremonia de acercamiento entre los dos países en la cumbre del 26 de noviembre en Manaos, prevista, sin embargo, para tratar del clima, meteorológico, no político. Y si Chávez no ha perdido el mundo de vista se prestará al apaciguamiento, lo que no puede sino complacer a Uribe porque, con el espectáculo que está dando su oponente, ya le ha hecho más de media campaña electoral, caso de que la necesite. Colombia, evidentemente, no quiere -aunque no tema- la guerra; la opinión venezolana, excepto el chavismo psiquiátrico, tampoco; y parece casi imposible que Chávez, él solo, aun si quisiera, pueda arrastrar a su país a semejante dislate geopolítico. Las bases militares pueden constituir una afrenta simbólica, pero jamás una amenaza militar. Como la del dramaturgo francés Jean Giraudoux, esta guerra no debería tener lugar.
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Fuente: El País

jueves, 5 de noviembre de 2009

Ñaupari y el triunfo de la libertad (Luis Christian Rivas Salazar)

Nos preparamos para festejar los veinte años de la caída del Muro de Berlín, llamado también el “Muro de la Vergüenza” (vergüenza colectivista claro está), con la consecuencia del derrumbe definitivo del socialismo real. Han trascurrido dos décadas desde aquel 9 de noviembre de 1989, cuando millones de alemanes abrazaron la libertad para convertirse en una sociedad que avanza por el camino de la prosperidad.

Alrededor del mundo se realizan diversas actividades conmemorativas sobre aquel suceso. En Cochabamba, el Instituto Libertad, Democracia y Empresa (Ilde) con el apoyo de la Asociación Boliviana de Ciencia Política (Abcp), la Red Liberal de America Latina (Relial) y Notoria vienen organizando el evento conmemorativo: “Por el triunfo de la Libertad”.

Dentro de estas actividades organizadas por el Ilde, se encuentra la presentación del libro: “Políticas liberales exitosas II” en el auditorio de la Cámara de Despachantes de Aduanas, el sábado 7 de noviembre a hrs. 11:00 a.m. a cargo de su autor, Héctor Ñaupari, quien es invitado para presentar un libro que debiera ser leído por muchos detractores del liberalismo. El debate está abierto, el ingreso es libre.

El peruano Héctor Ñaupari es un abogado, ensayista y poeta, graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú. Es Vicepresidente de la Relial. Docente y conferencista visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Ha escrito los libros: “En los sótanos del crepúsculo” (1999), “Poemas sin límites de velocidad” (2002) y “Páginas libertarias” (2004) entre otras obras. Ha escrito diversos artículos y ensayos en revistas nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Charles S. Stillman en Guatemala.

Además de haber escrito: “Libertad para todos” y ser coautor de “Políticas liberales exitosas. Soluciones pensando en la gente”, es considerado como uno de los mayores difusores de las ideas liberales en los Andes. El escritor cubano Carlos Alberto Montaner, refiriéndose a Ñaupari en el prólogo de “Libertad para todos” nos dice: “Y es aquí, donde entra Héctor Ñaupari, uno de los más brillantes pensadores de la joven generación de latinoamericanos que está dando la batalla por la libertad. Ñaupari –además de excelente poeta--, tiene una magnífica cabeza liberal a fuerza de tener una magnífica cabeza jurídica. Cuando nos enfrascamos en arduas batallas sobre asuntos económicos nos olvidamos que el pensamiento liberal es, sobre todo, una visión jurídica de las personas, de los derechos que las asisten y de las relaciones que mantienen con el resto de los individuos en ese terreno común al que llamamos Estado.”

En el libro “Políticas liberales exitosas. Soluciones pensando en la gente” (que puede ser encontrado en versión digital) editado por Gustavo Lazzari y Martín Simonetta, se tiene casos concretos sobre el éxito del liberalismo, casos reales para avanzar hacia economías más libres y abiertas, economías que respondan verdaderamente a las necesidades de los individuos, especialmente de los más pobres.

En el libro antes mencionado tenemos un conjunto de ensayos, entre ellos: “Dolarización y apertura financiera ¿Cien años de consecuencias no deliberadas?” por Roberto Brenes Pérez, “Chile y México: ¿Latinos a bordo de la economía global?” por Martín Simonetta, “El mito del “gasto social” en México: Transformación presupuestal sin adjetivos” por Roberto Salinas León, “América Latina a la cabeza en reformas previsionales” por Gustavo Lazzari, “Reformas y prosperidad en Asia y Gran Bretaña” por Rigoberto Stewart, “El caso de Irlanda: “El milagro del Tigre Celta” por Adrián Osvaldo Ravier, “Socialización del subsuelo: Una solución para América Latina” por Guillermo M. Yeatts, “La reforma portuaria en Uruguay” por Oscar Silveira Guzzo, “Una perspectiva económica liberal de largo plazo: Argentina entre 1853 y 2000” por Carlos Goedder, “Fiat Lux: La privatización de las empresas de energía eléctrica en el Perú” por Héctor Ñaupari Belupú.

Con estos antecedentes, la presentación del libro: “Políticas liberales exitosas II” a cargo de Ñaupari, nos promete más argumentos para defender la causa de la libertad en Bolivia, país donde la iniciativa privada, el mercado, el respeto por el Derecho no tienen buena reputación y no atrae a los sectores populares, quienes son hipnotizados por medidas políticas de corte colectivista, que se denominan Socialismo Siglo XXI.

Para Ñaupari, la “batalla por la libertad” debe extenderse al terreno de la cultura, lo que significa que no solo debe tomarse en cuenta el aspecto económico del liberalismo, sino que debe tomarse al liberalismo como una forma de vida, tener genuinamente la causa de la libertad en el corazón.

En esta forma de vida, dice Ñaupari, el individuo es prioridad y la búsqueda de la felicidad individual el objetivo último. Estas palabras, así vertidas, pueden parecer una forma de egoísmo exacerbado, pero lo cierto es que cada persona es única e irrepetible, esto debe ser difundido y defendido en sociedades comunitaristas como la nuestra, donde se suelen violar elementales derechos de la persona por causa del “bien común”.

Esta presentación rinde justo homenaje a la libertad y su triunfo en Alemania; por esto surge la pregunta: ¿Por qué es que de un lado de una línea arbitraria estaba Alemania Oriental y del otro Alemania Occidental, con niveles de prosperidad tan distintos? Porque Alemania Occidental tenía un sistema de mercados privados bastante libres, aspecto que también explica la diferencia entre Corea del Sur y Corea del Norte. Así, millones de personas terminan decepcionándose de una utopía llamada Socialismo, en Bolivia esta noticia no ha sido lo suficientemente divulgada.







ECONOMÍA DE PAPEL



Libre mercado y planificación



ALBERTO BONADONA COSSÍO





A pesar de las profundas crisis en las que el capitalismo se ha visto envuelto a lo largo del siglo XX y XXI, éste no deja desarrollarse a la historia presente sin su pesada presencia.







lo obvio es que el capitalismo de hoy no es el mismo que el del siglo XIX, sin embargo no siempre lo obvio es lo que más se distingue al observar la realidad. Así, al hablar del mercado, por ejemplo, muchos economistas sólo ven la libre competencia y sus virtudes. Olvidan que ésta fue la principal característica en los albores del capitalismo y aunque, efectivamente, facilitó la formación de la burguesía de los países industrializados durante la revolución industrial, que ocurrió aproximadamente entre 1730 y 1870, no es hoy su rasgo más destacado.

La evolución del capitalismo derivó en la formación de poderosos monopolios que niegan y destruyen la libre competencia. Si bien esta última no ha abandonado el escenario de las economías industrializadas, ahora sólo convive en la trastienda de sociedades dominadas por poderosos monopolios. En las no industrializadas se cree que la libre competencia puede ser fortalecida y por eso promueven las microempresas y todos los micros. En esta lógica no se llega a visualizar cómo los grandes monopolios planifican la producción por quinquenios o decenios a la vez que delimitan el consumo de la población mundial. Lo que significa que condicionan, no controlan, la vida de los individuos y de las pequeñas empresas.

El capitalismo de hoy es el capitalismo del monopolio. Parafraseando a Jean Tirole, se puede afirmar que toda empresa es una ventana al monopolio. Así, el pequeño o gran negocio busca la oportunidad de ser único en algo que vende, en la forma que lo hace o desde el lugar en el que se establece. Se puede concluir que de la competencia emergió el monopolio y hoy éste ha superado las fuerzas del mercado mediante la planificación.

El gran temor que se expresa respecto de las sociedades controladas por un Estado ubicuo es que éste tanto planifica la producción como controla la vida íntima de los individuos. La forma en que estos Estados se desenvolvieron en el siglo XX va dejando únicamente una estela. Los Estados de sociedades tan dispares como la china y la cubana se encaminan a retirar su presencia de todas las esferas que invadieron, no por un triunfo del capitalismo, sino más bien porque sus medios materiales estuvieron simplemente limitados para superar al capitalismo.

A pesar de las profundas crisis en las que el capitalismo se ha visto envuelto a lo largo del siglo XX y XXI, éste no deja desarrollarse a la historia presente sin su pesada presencia. Una presencia que se evidencia en el desarrollo tecnológico, creador de grandes potencialidades para satisfacer las más apremiantes necesidades del ser humano, así como para resolver sus grandes aspiraciones. Es, no obstante, una fuerza destructora por su gran capacidad bélica, que ciertamente la ejerce, al mismo tiempo da al traste con las condiciones más básicas de vida en el planeta, niega el desarrollo de las capacidades humanas cegadas por el hambre y enfermedades que pueden ser factiblemente superadas. Las potencialidades que existen en estos campos nunca estuvieron más al alcance de la humanidad que hoy, a la vez que nunca estuvieron tan lejanas.

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El autor es economista

a.bonadona@yahoo.es

Morales: ¿con la gran Merkel o Ahmadinejad? (Carlos Aliaga Uria)

En gran contraste al lelo de Lula, la Presidente de Alemania, Angela Merkel, tuvo la apreciable honestidad, no solo de admitir la atrocidades que cometió Alemania durante la era Nazi –el Holocausto siendo la peor–, sino también firmemente sostuvo que Irán –con su Presidente que niega el Holocausto y un Ministro de Defensa que al asumir su cargo lo primero que declaró es “muerte a Israel…”–, no puede continuar con su empeño nuclear. Así, mientras Venezuela y Bolivia en los últimos años han estrechado sus relaciones con el fundamentalista Ahmadinejad, Merkel, en gran contraste, le exige que deponga sus afanes nucleares.

¿Será que el Presidente Morales rectificará su postura y apoyará la ejemplarmente correcta posición de Merkel, o seguirá peligrosamente extraviado, siendo el segundo porrista en Latinoamérica del retrógrada Ahmadinejad (Chávez siendo el primero)? Morales debe pronunciarse de inmediato sobre esto, porque si bien no hay duda alguna de que será reelegido el próximo 6 de diciembre, existe la peligrosa duda de que él mantenga su política de apoyo al totalitario Ahmadinejad, lo cual conllevaría que Bolivia quede aislada geopolíticamente, porque, así como la democracia tendrá que prevalecer en Honduras (y en el resto del mundo), un fundamentalista y –nuclear– Irán es impermisible en el planeta.

Por todo lo anterior, llama la atención que la prensa boliviana, que muy preocupada está con el supuesto “calentamiento global” no se pronuncie ante el “calentamiento nuclear” de Irán, y haga a Morales la pregunta cosa que esclarezca su posición sobre el Irán nuclear. Es que si verdaderamente estamos preocupados con el destino del planeta, no podemos quedarnos solo con la campaña contra el asumido calentamiento global: es un imperativo ecológico en estos tiempos el ir un paso más allá y acercarnos a la realidad. Y la realidad en estos cruciales momentos es que el calentamiento nuclear que propone Irán, nos podría llevar a un enfriamiento, a un “nuclear winter” (invierno nuclear), muchísimo antes que al calentamiento global inducido supuestamente sólo por el abusivo uso de hidrocarburos. Ya en los 1980 mi amigo y gran colega, el matemático y científico cibernético, Academician Alexandro Tarko (nominado el 2008 como el más grande –top– científico del Dorodnitsyn Computing Center, de la Academia de Ciencias de Rusia), junto a sus colegas N. Moisseev y V. Alexandrov, modelaron lo que le pasaría al planeta si se desataba una guerra nuclear –el invierno nuclear producto de semejante catástrofe es sin duda indeseable.

Estamos en momentos tan álgidos, incluso más peligrosos que la crisis de los misiles de 1962. La ONU correctamente le exige a Ahmadinejad que frene sus intenciones nucleares. Y Ahmadinejad tiene como hasta fines de noviembre para tomar su decisión– y aunque no está escrito el hecho es que el mundo por la razón o la fuerza va a parar a un Ahmadinejad nuclear.

Por favor defínase al respecto Presidente Morales –si Ud. tiene alguna influencia con su hermano Ahmadinejad, convénzalo para que retroceda nuclearmente. Si Ud. logra lo propio, yo, como ingeniero y cibernético biosférico, me comprometo públicamente a apoyarlo, desarrollando la energía del q.v. que es la más limpia del universo, existente en infinitas cantidades, y así, en menos de 12 años, con sólo una inversión inicial de13 millones de dólares, empezaremos a proveer, aunque lloren los petroleros y los nucleares (y aquellos que convierten el maíz en gasolina, mientras mundo y medio muere de hambre), tanta energía, completamente limpia y tan barata que en menos de 20 años el transporte en el mundo (incluyendo a un Irán-no-nuclear por supuesto), será gratis (el motor “Car-Luz von Marcus” tendrá esas características). Y también me comprometería a contribuir a paliar las sequías que aquejan al Chaco usando la ingeniería de lluvias (muy diferente a solo producir “lluvia artificial”), y el manejo holístico de recursos. Créame en todo esto, porque como el Che soy loco (yo uno de amor por la libertad y la vida en este planeta), y como él correctamente lo dijo: nosotros los locos siempre decimos la verdad.

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(www.myspace.com/aliaga7).

Cultivando odios y venganzas (Erika Brockmann Quiroga)

Las voces críticas al discurso presidencial y de su entorno más radical denuncian el odio, resentimiento y venganza que destila inflamando el estado de ánimo de sus fieles seguidores. Exagerada o no, esta critica, para ser efectiva y creíble debe liberarse de fanatismos y partir del análisis más objetivo de las lógicas discursivas y realidades que motivan tan malsanos pero reales sentimientos. Este sería un ejercicio de “deconstrucción” –en jerga anticolonial– que desnuda las contradicciones de un discurso oficial que, a estas alturas de los avances democráticos, poco tiene de defensa a la vida y a la dignidad, argumento al que se recurre en foros y para retrucar a periodistas “impertinentes”.

Desde los balcones, se alude con frecuencia a experiencias de humillación, extrema violencia e injusticia colonial en contra de los pueblos indígenas de los oprimidos de la patria. La palabra “humillación” es vehementemente utilizada. No es casual, funciona y para incrementar su potencia necesita identificar desaprensivamente a los culpables.

¿Cuál es la racionalidad que sostiene esta permanente alusión a experiencias de discriminación y humillación, que el presidente dice haber vivido e intenta cambiar? El conjunto de datos arrojados por la Encuesta Nacional sobre Conflictividad realizada a principios de año, aporta a la explicación, de discursos deliberadamente orientados a despertar emociones individuales y colectivas poco constructivas.

Las respuestas a la pregunta sobre experiencias personales de maltrato y discriminación resultan reveladoras Una mayoría de los bolivianos entrevistados reconoció haber experimentado discriminación, fundada en el color de la piel, en su condición económica, su apellido, forma de hablar, región de origen y por razón de genero. Quien alguna vez se sintió humillado y discriminado sabe que estos hechos despiertan intensas emociones como vergüenza, rabia e indignación que, de no revertirse, desembocan en prejuicios, desconfianzas y mecanismos de auto defensa que erosionan procesos de cohesión social y disponibilidad al diálogo.

Sería necio negar las injusticias y problemas sociales existentes. A veces la oposición intenta soslayarlos mientras otros intentan vengarlas. Napoleón señalaba que en “Política hay que sanar los males, jamás vengarlos”. Lamentablemente, para los estrategas del gobierno las realidades injustas se instrumentalizan dada la eficacia que ha tenido en su empeño por consolidar su proyecto de poder cada vez más distante de un proyecto de país y practicas éticamente justificables. El uso sistemático de esta lógica, en lugar de resolver las injusticias, de sanar las heridas, alienta la espiral de conflicto y de la violencia. Cerrarlas no les quita el sueño.

En este punto, la idea del cambio pregonado se desvanece. Se subestima la democracia como espacio generoso de gestión de conflictos, optando por inflamar pasiones que hoy se contabilizan en perdidas de vida, violencia social, interétnica y política que las autoridades nacionales miran de palco.

Lo cierto es que no se cambia reproduciendo males e injusticias que humillan y lastiman la dignidad de las personas cuando el poderoso denigra al adversario real o imaginario. Sin medir consecuencias, el gobierno se aviene a la descolonización pregonada por F. Fanon, para quien la violencia es inevitable ya que “el colonizado es un perseguido que sueña con transformarse en perseguidor”. Peligrosa e irresponsablemente hay sueños que pueden transformarse en pesadillas. Dicho esto, ¿Dónde queda la democracia y el respeto a la vida y dignidad? ¿Mascarada? ¿Impostura? ¿Hasta cuando?

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La autora es psicóloga, politóloga y ex parlamentaria.

www. elfaro-eribol.blogspot.com

erikabrockmann@yahoo.com.mx

Sienten, luego existen (Oscar Peña Franco)

Resultan por momentos conmovedores los esfuerzos que despliegan algunos analistas del acontecer nacional en procura de elaborar (inventar o construir, llámesela como se quiera, que los efectos son los mismos) una explicación a las claves que han llevado a Bolivia al decisivo momento histórico en que hoy se encuentra. Con frecuencia, se echa mano a lo más fácil con la finalidad de devaluar los significados del vigoroso ascenso de las masas indígenas, campesinas y de los llamados movimientos sociales ocurrido aproximadamente en la última década. Se lee la crónica con olvido de la historia. Más aun, se lee sólo el título de la crónica pensando que con eso basta, cuando, en verdad, es en el cuerpo de la información donde se hallan los mejores datos que la realidad nos aproxima. El título es el anzuelo, la crónica es la pesca.

Pero ésta no es, desde luego, una cuestión de técnica periodística. Es algo mucho más serio y más profundo. Es la constatación inapelable de que esas comunidades existen aunque la falta de ecuanimidad procure negarlas. Aquí y ahora, el país de los que piensan está dividido entre los deseos que incuban unos y la realidad que ven otros, separados unos de otros por el distinto valor que atribuyen, según de quienes se trate, a las elucubraciones de gabinete o al terco sonido de la calle. Y no es que nos guíe aviesamente el intento de restar valor a los trabajos intelectuales y a las proposiciones académicas que, sin duda, enriquecen el debate sobre tan sensible cuestión.

Al contrario, hay que dar por bienvenidos todos esos aportes, aunque, francamente, algunos de ellos están más próximos a la secante militancia ideológica que al rigor intelectual. Sería útil que cuestiones fundamentales como ésta sean sometidas a un debate nacional profundo, pero infelizmente, aquí el debate atrayente es el de los gritos, las ofensas personales y los insultos. Existen medios de comunicación, favorecidos por cierto por gruesas legiones de televidentes, que se encuentran entusiastamente dedicados a la discusión escandalosa en vez de dedicarse a orientar la polémica alrededor de las cuestiones sustantivas de la actualidad nacional y sus proyecciones hacia el futuro. Así estamos y en esa fangosa porción del terreno nos movemos, pero habrá que cambiar. Algún día…

De lo que hablamos es, en el fondo, del problema de la pobreza. ¡Claro que sí! El asunto es abrir bien los ojos y hacerlos pasear honesta e inquisitivamente por los cuatro costados. Lo que se encontrará es que los pobres están en las comunidades indígenas de oriente y occidente, en las escarpadas laderas paceñas y en los remotos anillos de Santa Cruz que usted y yo conocemos apenas de vista. ¿Y aún así se puede negar que las comunidades indígenas existan y los movimientos sociales, también? ¿Y que tengan derecho, como el que más, a participar democráticamente en el futuro institucional de Bolivia? ¿Y que desde casi un decenio estén luchando por el reconocimiento pleno de sus derechos? ¿Y que desde hace el mismo tiempo se han convertido en protagonistas que no tienen ni la más pequeña intención de dejar de serlo?

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El autor es periodista