martes, 31 de marzo de 2009

Los primeros efectos de la crisis


Bolivia está muy lejos de tener su economía “blindada”. Muy por el contrario, es uno de los países más vulnerables

La última edición del Informe Nacional de Coyuntura que periódicamente publica la Fundación Milenio, ofrece abundantes datos, a cuál más alarmante, sobre los primeros efectos de la crisis económica mundial en nuestro país y especialmente en la “locomotora” de la economía nacional, que es Santa Cruz.

“Por supuesto, Bolivia no estaba blindada y empezó a sentir los efectos de la crisis mundial con la reducción de las exportaciones en enero de 2009, la caída de las remesas en el último trimestre de 2008 y el cierre de varias operaciones mineras en Potosí”, indica, Destaca, además, el hecho de que la economía cruceña será la más afectada, pues los dos pilares sobre los que ésta se sostiene, el sector agroindustrial y el manufacturero, verán drásticamente disminuidos sus mercados.

Los datos oficiales del INE dan cuenta de la magnitud de ese fenómeno, En enero de 2009, las exportaciones cruceñas disminuyeron en 51 por ciento con respecto a similar periodo en 2008. Los principales productos de exportación de Santa Cruz que tuvieron un impacto negativo son: la soya y sus derivados que cayeron de 41 millones de dólares a12 millones; los combustibles de 27 millones a menos de 5 millones, el gas natural de 35 millones a 29 millones y los productos alimenticios de 16 millones a menos de 5 millones de dólares.

A lo anterior se suma la disminución de los precios del gas natural, lo que tendrá un fuerte impacto en el balance financiero del aparato público ya sea éste Gobierno Central, departamental y municipal. En cambio, el sector privado estará afectado por la disminución de las exportaciones no tradicionales.

Por ejemplo, los derivados de la soya disminuyeron su valor en un 30 por ciento desde el precio más alto obtenido en 2008 hasta el 20 de marzo de 2009, los precios de los productos alimenticios como el arroz, maíz, sorgo se redujeron en 35 por ciento, 47 por ciento y 46 por ciento respectivamente.

Otro factor que incidirá drásticamente en la economía nacional es la disminución del flujo de remesas provenientes de los bolivianos que emigraron a trabajar en el exterior, principalmente a Estados Unidos, España e Italia, países que han dejado de ser proveedores de fuentes de trabajo.

Como se puede constatar a la luz de esas cifras, Bolivia está muy lejos de tener su economía “blindada”. Muy por el contrario, es uno de los países más vulnerables, por lo que todas las previsiones indican que los próximos meses y años traerán crecientes dificultades.

Y como si los factores externos no fueran suficientes, a ellos se suma la política económica del actual gobierno, o la ausencia de ella, que en nada contribuye a contrarrestar los efectos negativos de la crisis global sino, por el contrario, los agudiza.