lunes, 21 de septiembre de 2009

Lo que no sabes de Facebook (y lo que ellos –y otros- saben de ti)

Rafael M. Martinez


En Febrero de 2004 inició un servicio que revolucionó el concepto de las redes sociales y todo lo que conocíamos como la web 2.0, Facebook. Creado por Mark Elliot Zuckerberg como una red social exclusiva para estudiantes de la Universidad de Harvard, la cual no tardo mucho en popularizarse y en convertirse en una empresa de un valor tal, que hasta hace poco era casi un secreto. La primera estimación oficial del valor de la red social más grande y exitosa de la Internet asciende a la cantidad de 3.750 millones de dólares, según un documento interno que se dió a conocer ante un tribunal que tramitaba la demanda incoada por ConnectU contra Facebook por derechos de autor.

Actualmente Facebook posee -según sus propias estadísticas- 110 millones de usuarios y 5 mil millones de fotografías, lo cual ocupa un espacio aproximado de 160 Terabytes, es decir 163.840 Gigabytes.

La mayoría de nosotros poseemos una cuenta en este famoso servicio y sabemos los datos que nos exigen para el registro: nombres y apellidos, fecha de nacimiento, estado civil, entre otros. Por ser una red social y tener por objeto la interacción con amigos, familiares y compañeros de trabajo y al mismo tiempo crear nuevas amistades, nos anima a colocar datos verdaderos e incluso datos no obligatorios, como son los laborales, educativos y de contacto. Asimismo, existe una fuerte tendencia a utilizar la galería de imágenes y videos de Facebook como nuestro álbum personal, pues nos da la capacidad de etiquetar a los sujetos que en ella aparecen. La veracidad de la información es tal, que muchas empresas al momento de realizar la fase de calificación de empleados a contratar, agregan al mismo a sus cuentas de Facebook y así tener una visión mas amplia del comportamiento del aspirante, pues recordemos que la identidad digital no es más que un reflejo más claro e inhibido de la real.

El hecho de que Facebook posea tantos datos y se integre a servicios como Twitter e incluso de posicionamiento global (GPS), es incomodo para muchas personas, al punto que se ha llegado a alegar que la empresa es financiada por la Agencia Central de Inteligencia Estadounidense (CIA), para recaudar información personal e incluso reclutar agentes y realizar trabajos encubiertos, como el caso de la movilización del 4 de febrero de 2008 en contra de las FARC la cual se origino a través de una convocatoria en un grupo de Facebook y cuyo autor, según algunos detractores, es un agente encubierto de la Inteligencia Estadounidense, para así crear una línea de opinión pública acorde a la del Gobierno Colombiano.

En realidad Facebook si recolecta nuestro datos, pues accedemos a ello al regístranos y aceptar a través de un “contrato click” los términos y condiciones de uso. Asimismo, aceptamos que Facebook utilice dichos datos para “prestar un mejor servicio”, es decir, ellos pueden utilizar nuestros datos personales y comportamientos en determinadas webs de aliados comerciales, para desplegar publicidad que puede ser de “nuestro interés”, como hace Google. Todo esto es totalmente legal, pues recordemos que en materia de Derecho Informático, solo basta el consentimiento de las partes para formalizar esta actividad.

Otro aspecto interesante que se puede apreciar al leer sus políticas de privacidad, es que aunque ellos se comprometen a proteger nuestros datos personales, dichas políticas no vinculan a las aplicaciones generadas por terceros, que son aquellas que utilizan como medio de distribución y ejecución la plataforma de Facebook, pero son desarrolladas por personas ajenas a la empresa. El detalle técnico a la hora de elaborar una aplicación de este tipo, es que se requiere el uso de lo que se conoce como una API (Application Programming Interface - Interfaz de Programación de Aplicaciones), que es lo que permite que un programa desarrollado por un tercero pueda intercambiar información y utilizar las funcionalidades de la base operativa de Facebook. Las aplicaciones de terceros más famosas –para agosto de 2008- fueron Owned, Texas HoldEm Poker, Friends For Sale, Mob Wars, Who Has the Biggest Brain? Y SuperWall. Todas estas aplicaciones al momento de instalarlas requieren que se les autorice el acceso a todos nuestros datos y para ello aceptamos sus políticas individuales de privacidad, las cuales son muy amplias y conllevan cierto riesgo, pues no tenemos claro para que se utilizaran dichos datos.

Aunque la mayoría de las aplicaciones en Facebook son desarrolladas por empresas con políticas de privacidad sumamente estrictas y responsables, hay aplicaciones como la que ofrece saber que contactos han visto tu perfil o personalizar los colores de nuestra pagina principal, que claramente están diseñadas para simplemente obtener datos y usarlos en practicas abusivas como el SPAM. Todo esto ha reafirmado la teoría de que esta red social puede ser usada para recaudar información que facilitará la ejecución de delitos como el secuestro, pues solo bastaría elaborar una aplicación que fuese curiosa para el “target”, como por ejemplo aquellas relacionadas con programas de televisión, bebidas, cigarros, leyes y chucherías, las cuales son muy populares entre los usuarios venezolanos. Como dato curioso, durante el 2008 algunos de los secuestros express ejecutados en México fueron ejecutados con ayuda de Facebook, según los órganos de investigaciones del referido país.

Estas consideraciones deben tenerse en cuenta cada vez que instalemos alguna aplicación en nuestra cuenta de Facebook. Revisar quien es el desarrollador de la aplicación, si es una persona natural o una empresa constituida, revisar si posee una pagina de desarrollador y ver si tiene políticas de privacidad acordes a las buenas practicas electrónicas, nos garantizará que nuestra data esta en buenas manos, pues recuerden, solo basta un click para que cualquiera accese a nuestros datos de perfil, contacto, fotos y amigos.
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Más sobre Facebook en Analítica: http://www.analitica.com/buscador/bprof2.asp?orden=Facebook