jueves, 5 de noviembre de 2009

Ñaupari y el triunfo de la libertad (Luis Christian Rivas Salazar)

Nos preparamos para festejar los veinte años de la caída del Muro de Berlín, llamado también el “Muro de la Vergüenza” (vergüenza colectivista claro está), con la consecuencia del derrumbe definitivo del socialismo real. Han trascurrido dos décadas desde aquel 9 de noviembre de 1989, cuando millones de alemanes abrazaron la libertad para convertirse en una sociedad que avanza por el camino de la prosperidad.

Alrededor del mundo se realizan diversas actividades conmemorativas sobre aquel suceso. En Cochabamba, el Instituto Libertad, Democracia y Empresa (Ilde) con el apoyo de la Asociación Boliviana de Ciencia Política (Abcp), la Red Liberal de America Latina (Relial) y Notoria vienen organizando el evento conmemorativo: “Por el triunfo de la Libertad”.

Dentro de estas actividades organizadas por el Ilde, se encuentra la presentación del libro: “Políticas liberales exitosas II” en el auditorio de la Cámara de Despachantes de Aduanas, el sábado 7 de noviembre a hrs. 11:00 a.m. a cargo de su autor, Héctor Ñaupari, quien es invitado para presentar un libro que debiera ser leído por muchos detractores del liberalismo. El debate está abierto, el ingreso es libre.

El peruano Héctor Ñaupari es un abogado, ensayista y poeta, graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú. Es Vicepresidente de la Relial. Docente y conferencista visitante de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Ha escrito los libros: “En los sótanos del crepúsculo” (1999), “Poemas sin límites de velocidad” (2002) y “Páginas libertarias” (2004) entre otras obras. Ha escrito diversos artículos y ensayos en revistas nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Charles S. Stillman en Guatemala.

Además de haber escrito: “Libertad para todos” y ser coautor de “Políticas liberales exitosas. Soluciones pensando en la gente”, es considerado como uno de los mayores difusores de las ideas liberales en los Andes. El escritor cubano Carlos Alberto Montaner, refiriéndose a Ñaupari en el prólogo de “Libertad para todos” nos dice: “Y es aquí, donde entra Héctor Ñaupari, uno de los más brillantes pensadores de la joven generación de latinoamericanos que está dando la batalla por la libertad. Ñaupari –además de excelente poeta--, tiene una magnífica cabeza liberal a fuerza de tener una magnífica cabeza jurídica. Cuando nos enfrascamos en arduas batallas sobre asuntos económicos nos olvidamos que el pensamiento liberal es, sobre todo, una visión jurídica de las personas, de los derechos que las asisten y de las relaciones que mantienen con el resto de los individuos en ese terreno común al que llamamos Estado.”

En el libro “Políticas liberales exitosas. Soluciones pensando en la gente” (que puede ser encontrado en versión digital) editado por Gustavo Lazzari y Martín Simonetta, se tiene casos concretos sobre el éxito del liberalismo, casos reales para avanzar hacia economías más libres y abiertas, economías que respondan verdaderamente a las necesidades de los individuos, especialmente de los más pobres.

En el libro antes mencionado tenemos un conjunto de ensayos, entre ellos: “Dolarización y apertura financiera ¿Cien años de consecuencias no deliberadas?” por Roberto Brenes Pérez, “Chile y México: ¿Latinos a bordo de la economía global?” por Martín Simonetta, “El mito del “gasto social” en México: Transformación presupuestal sin adjetivos” por Roberto Salinas León, “América Latina a la cabeza en reformas previsionales” por Gustavo Lazzari, “Reformas y prosperidad en Asia y Gran Bretaña” por Rigoberto Stewart, “El caso de Irlanda: “El milagro del Tigre Celta” por Adrián Osvaldo Ravier, “Socialización del subsuelo: Una solución para América Latina” por Guillermo M. Yeatts, “La reforma portuaria en Uruguay” por Oscar Silveira Guzzo, “Una perspectiva económica liberal de largo plazo: Argentina entre 1853 y 2000” por Carlos Goedder, “Fiat Lux: La privatización de las empresas de energía eléctrica en el Perú” por Héctor Ñaupari Belupú.

Con estos antecedentes, la presentación del libro: “Políticas liberales exitosas II” a cargo de Ñaupari, nos promete más argumentos para defender la causa de la libertad en Bolivia, país donde la iniciativa privada, el mercado, el respeto por el Derecho no tienen buena reputación y no atrae a los sectores populares, quienes son hipnotizados por medidas políticas de corte colectivista, que se denominan Socialismo Siglo XXI.

Para Ñaupari, la “batalla por la libertad” debe extenderse al terreno de la cultura, lo que significa que no solo debe tomarse en cuenta el aspecto económico del liberalismo, sino que debe tomarse al liberalismo como una forma de vida, tener genuinamente la causa de la libertad en el corazón.

En esta forma de vida, dice Ñaupari, el individuo es prioridad y la búsqueda de la felicidad individual el objetivo último. Estas palabras, así vertidas, pueden parecer una forma de egoísmo exacerbado, pero lo cierto es que cada persona es única e irrepetible, esto debe ser difundido y defendido en sociedades comunitaristas como la nuestra, donde se suelen violar elementales derechos de la persona por causa del “bien común”.

Esta presentación rinde justo homenaje a la libertad y su triunfo en Alemania; por esto surge la pregunta: ¿Por qué es que de un lado de una línea arbitraria estaba Alemania Oriental y del otro Alemania Occidental, con niveles de prosperidad tan distintos? Porque Alemania Occidental tenía un sistema de mercados privados bastante libres, aspecto que también explica la diferencia entre Corea del Sur y Corea del Norte. Así, millones de personas terminan decepcionándose de una utopía llamada Socialismo, en Bolivia esta noticia no ha sido lo suficientemente divulgada.







ECONOMÍA DE PAPEL



Libre mercado y planificación



ALBERTO BONADONA COSSÍO





A pesar de las profundas crisis en las que el capitalismo se ha visto envuelto a lo largo del siglo XX y XXI, éste no deja desarrollarse a la historia presente sin su pesada presencia.







lo obvio es que el capitalismo de hoy no es el mismo que el del siglo XIX, sin embargo no siempre lo obvio es lo que más se distingue al observar la realidad. Así, al hablar del mercado, por ejemplo, muchos economistas sólo ven la libre competencia y sus virtudes. Olvidan que ésta fue la principal característica en los albores del capitalismo y aunque, efectivamente, facilitó la formación de la burguesía de los países industrializados durante la revolución industrial, que ocurrió aproximadamente entre 1730 y 1870, no es hoy su rasgo más destacado.

La evolución del capitalismo derivó en la formación de poderosos monopolios que niegan y destruyen la libre competencia. Si bien esta última no ha abandonado el escenario de las economías industrializadas, ahora sólo convive en la trastienda de sociedades dominadas por poderosos monopolios. En las no industrializadas se cree que la libre competencia puede ser fortalecida y por eso promueven las microempresas y todos los micros. En esta lógica no se llega a visualizar cómo los grandes monopolios planifican la producción por quinquenios o decenios a la vez que delimitan el consumo de la población mundial. Lo que significa que condicionan, no controlan, la vida de los individuos y de las pequeñas empresas.

El capitalismo de hoy es el capitalismo del monopolio. Parafraseando a Jean Tirole, se puede afirmar que toda empresa es una ventana al monopolio. Así, el pequeño o gran negocio busca la oportunidad de ser único en algo que vende, en la forma que lo hace o desde el lugar en el que se establece. Se puede concluir que de la competencia emergió el monopolio y hoy éste ha superado las fuerzas del mercado mediante la planificación.

El gran temor que se expresa respecto de las sociedades controladas por un Estado ubicuo es que éste tanto planifica la producción como controla la vida íntima de los individuos. La forma en que estos Estados se desenvolvieron en el siglo XX va dejando únicamente una estela. Los Estados de sociedades tan dispares como la china y la cubana se encaminan a retirar su presencia de todas las esferas que invadieron, no por un triunfo del capitalismo, sino más bien porque sus medios materiales estuvieron simplemente limitados para superar al capitalismo.

A pesar de las profundas crisis en las que el capitalismo se ha visto envuelto a lo largo del siglo XX y XXI, éste no deja desarrollarse a la historia presente sin su pesada presencia. Una presencia que se evidencia en el desarrollo tecnológico, creador de grandes potencialidades para satisfacer las más apremiantes necesidades del ser humano, así como para resolver sus grandes aspiraciones. Es, no obstante, una fuerza destructora por su gran capacidad bélica, que ciertamente la ejerce, al mismo tiempo da al traste con las condiciones más básicas de vida en el planeta, niega el desarrollo de las capacidades humanas cegadas por el hambre y enfermedades que pueden ser factiblemente superadas. Las potencialidades que existen en estos campos nunca estuvieron más al alcance de la humanidad que hoy, a la vez que nunca estuvieron tan lejanas.

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El autor es economista

a.bonadona@yahoo.es