Escuché varias veces en estos días que no hay nada que festejar, que todo está peor y que es absurdo celebrar la fundación de la República de Bolivia, al mismo tiempo que hemos “dejado atrás el Estado republicano, colonial y neoliberal”, como dice la nueva Constitución, y de ser así, el 6 de agosto ya no existe. Volvemos a foja cero. ¿También vamos a reinventar el fuego y la rueda? Existe mucho de razón en esas afirmaciones, pero creo que hay múltiples razones para seguir festejando el cumpleaños de la patria:
1) Para pesar de muchos, no se puede dejar atrás el Estado republicano por decreto.
2) Los niños siguen desfilando con escarapelas tricolores y no cuadriculadas.
3) La kantuta sigue tricolor.
4) No se incluyó la hoja de coca en el escudo nacional.
5) Todavía se mantienen las banderas departamentales.
6) Todavía siguen existiendo nueve departamentos.
7) Todavía hay Parlamento.
8) Existen estatutos autonómicos respaldados con el voto popular.
9) Todavía vendemos gas.
10) El superávit casi cubre la deuda pública.
11) Vamos a tener nuevo padrón.
12) El Presidente tendrá que aprender aymara o quechua para cumplir con la CPE (yo también).
13) Todavía existen al menos una docena de Quijotes que quieren tomar las riendas del país.
14) Hay pluralismo y juventud entre los candidatos.
15) No hemos roto relaciones con Perú.
16) Una mujer es Prefecta electa por el voto popular.
17) Todavía tenemos agua.
18) Todavía llegan turistas…
Hay muchas más cosas que festejar, son dos siglos de razones acumuladas y, aunque en algunos momentos puedan sentir que estamos retrocediendo, también hemos avanzado:
1) Antes había muchos bolivianos que no se identificaban con el Estado boliviano; hoy sí se identifican con él y debemos lograr que eso se mantenga más allá del turno de un gobierno.
2) Antes no nos preocupaba mucho la democracia; ahora que sus instituciones están en riesgo, la defendemos.
3) Antes no nos rasgábamos las vestiduras por la nación boliviana; ahora que hay 36 naciones y la boliviana no aparece, la extrañamos.
4) Antes éramos República, ahora también pero con más ganas.
5) Antes sólo nos interesaba el Estado para plantearle demandas, hoy nos interesa que sus instituciones funcionen.
Entre otros temas, es importante resaltar que la crisis se ha profundizado de tal forma que ya se presentan las salidas, llegamos al fondo, y sólo queda empezar a salir. Estamos en una transición y, aunque nos ha llevado 200 años, se presenta el momento de empezar a construir el Estado permanente, que tenga como sus dos motores principales un diseño autonómico departamental y la inclusión de todos los bolivianos y bolivianas en calidad de iguales, y con igual acceso a las oportunidades.
Es un gran momento para dejar de lamentarnos por la opresión colonial o la pérdida del Litoral y concentrar la energía en los recursos humanos, en la gente, en esos potenciales emigrantes y darles condiciones para quedarse. Es un gran momento, tenemos la tarea de reconstruir la República. ¿A ustedes les gustan los retos?
Fuente: La Prensa
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